Rockall, de Christopher Opielok, y Meerblick Fun, de Gabriele Pohlmann, se adjudican la victoria en la regata de 135 millas para las clases ORC 2-3 y ORC A2, respectivamente.
La Larga - The Offshore Race, regata de altura organizada por el Real Club Náutico de Palma e integrada en el programa de la decimoctava edición de PalmaVela, coronó esta tarde a dos de sus campeones en las clases ORC 2-3 y ORC A2, mientras permanecía a la espera de la conclusión de la travesía de 190 millas para los veleros más grandes de la flota, sólo uno de los cuales había completado el recorrido.
El vencedor provisional en ORC 2-3 fue el Rockall, un JPK 10.30 del armador Christopher Opielok, que marcó un registro de 26:52:96 y obtuvo una ventaja de ocho minutos en tiempo compensado sobre el segundo clasificado, el J109 Huayra, de José Antonio Martín, que paró el crono en 27:27:04. La tercera posición fue para el barco más rápido de su categoría en real, el Plan B, un Brenta 42 propiedad de Christoph Mann, que completó la travesía de 135 millas entre Palma, Dragonera, Cabrera, Portocolom y Palma en 25:10:45, pero acabó cediendo 13 minutos en cuanto se aplicó la fórmula de corrección.
El J99 K Meerblick Fun, de Gabriele Pohlmann, se llevó la victoria en ORC A2, clase para dos tripulantes, con una marca de 27:10:09 que le supuso una renta de poco menos de nueve minutos sobre el Fist 31.7 Blaumarina, patroneado por Miquel Enseñat, que navegó siempre en la popa de la flota merced a la menor eslora y velocidad de su barco, pero que supo defender con gran destreza su propio rating. Completó el podio de esta clase el Smerit, de Tito Moure, el primer barco en cruzar la línea de llegada de la Larga con un crono de 24:32:45, aunque terminó cediendo casi 20 minutos en compensado respecto al campeón. Esta categoría realizó idéntico recorrido que la clase ORC 2-3.
Moure elogió a su llegada a puerto el “acierto” de la organización al reducir la distancia de la travesía, adaptándola al parte meteorológico de viento ligero, y aseguró que La Larga de PalmaVela tiene el potencial para convertirse en una regata análoga a La Giraglia. “El Real Club Náutico de Palma es, no me cabe duda, uno de los mejores clubes del mundo y un gran anfitrión. Con el tiempo esta regata puede convertirse en un referente de la vela de altura en el Mediterráneo”, aseguró el patrón y armador del Smerit, representante del Club de Vela de Blanes, a su llegada a puerto después más de un día de navegación en el que apenas hubo tiempo para el descanso: “Estas distancias acaban siendo más duras que cuando recorres 500 millas, en que te adaptas a una serie rutinas. No habremos dormido más de dos horas cada uno esta noche”.
En cuanto al recorrido en el Mar Balear, el patrón del primer barco en completar la regata afirmó que es difícil de superar: “Navegar entre islas es un verdadero lujo para los que somos aficionados a la vela de altura”.
La Larga de PalmaVela no ha concluido todavía, a la espera de la arribada de casi toda la flota de la clase ORC 0-1, cuya travesía incluía el paso por la isla de Tagomago antes de arrumbar Cabrera. El Pelotari Project, patroneado por Jonsi Seguí y que cuenta con el campeón olímpico Luis Doreste en su tripulación, cruzó la llegada situada frente a la Catedral de Mallorca hacia las seis de la tarde. Ningún otro barco había completado el recorrido, lo que impedía en ese momento iniciar el proceso de compensación de tiempo. Su seguidor más inmediato, el Knerim 50 Caveman IV, armado y patroneado por el regatista holandés Frans Van Dijk, no había doblado aún el Cabo Blanco de regreso a Palma cuando los de Jonsi Seguí amarraban en el Real Club Náutico de Palma.